Se ha demostrado que el ayuno intermitente tiene los siguientes efectos: promueve la sensibilidad a la insulina. Esta desempeña un papel importante en la salud, ya que la vulnerabilidad a la resistencia a la insulina o sensibilidad a la insulina contribuye a casi todas las enfermedades crónicas; normaliza los niveles de grelina, conocida como la "hormona del estómago vacío", para reducir el hambre; mejora el control de la glucemia al aumentar la tasa de ingesta de glucosa mediada por la insulina; y reduce los niveles de triglicéridos.
0
0