El viento otoñal sopla y las piñas están por todas partes. Esta no es la temporada de hojas caídas. ¡Es claramente un regalo hecho a mano que nos regaló la naturaleza! Date prisa, coge a tu peque, ve al parque a buscar piñas y regresa a casa. ¡Convirtamos los desechos en tesoros y comencemos un tiempo creativo entre padres e hijos!
Mira estas monadas, ¿verdad que son súper sanadoras? Palitos de madera sirven de soporte, plantas pequeñas se usan como decoración, incluso bolas de naftalina se convierten en cabezas de animalitos, ¡y la suave lana es el toque final! Si no tienes, pide prestada una. La plastilina para niños también es una buena opción.
No te preocupes por las limitaciones creativas de los materiales. Usa lo que tengas en casa. ¡Lo que buscamos es espontaneidad! Cajas de cartón, botones viejos, papel de colores... ¡lo que se te ocurra puede convertirse en una obra de arte única!