Las bebidas azucaradas, como los refrescos, los jugos de fruta y los tés endulzados, son la principal fuente de azúcar añadido en la dieta estadounidense (1Fuente confiable). Desafortunadamente, los hallazgos de varios estudios indican que las bebidas azucaradas aumentan el riesgo de enfermedades cardíacas y diabetes tipo 2, incluso en personas sin exceso de grasa corporal.