La falta de sueño puede generar resistencia a la insulina, alterar las hormonas del apetito y reducir el rendimiento físico y mental. Además, la falta de sueño es uno de los factores de riesgo individuales más importantes para el aumento de peso y la obesidad. Las personas que no duermen lo suficiente tienden a elegir alimentos con mayor contenido de grasas, azúcares y calorías, lo que puede provocar un aumento de peso no deseado.