Algunos días me siento así. Odio madrugar tanto, pero luego quiero acostarme temprano y, aunque lo haga, me despierto cansada. Así soy yo todos los días. En cuanto llego a casa, suelo estar contenta, pero es como salir del coche.
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Algunos días me siento así. Odio madrugar tanto, pero luego quiero acostarme temprano y, aunque lo haga, me despierto cansada. Así soy yo todos los días. En cuanto llego a casa, suelo estar contenta, pero es como salir del coche.