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Elaborar ginger ale mediante fermentación es un proceso divertido y gratificante. Aquí tienes una receta sencilla para empezar:
Ingredientes:
* 8 tazas de agua filtrada
* 2/3 de taza de azúcar (azúcar blanca orgánica o azúcar sin refinar)
* Un trozo de raíz de jengibre fresco de 10 a 15 cm, cortado en rodajas finas
* 1/2 taza de fermento de jengibre (una mezcla de agua, azúcar y jengibre rallado que se ha fermentado durante unos días)
* 1/3 de taza de jugo de lima o limón (opcional)
Instrucciones:
* Preparación del té de jengibre: Coloca el agua, el jengibre en rodajas y el azúcar en una olla y lleva a ebullición. Reduce el fuego y deja hervir a fuego lento durante unos 5 minutos. Retira del fuego y deja enfriar a temperatura ambiente.
* Añade el cultivo de jengibre: Una vez que el té de jengibre se haya enfriado, cuela las rodajas de jengibre y añade el cultivo de jengibre. Si lo deseas, añade el zumo de lima o limón.
Fermentación: Vierta la mezcla en botellas con tapón de rosca o frascos de vidrio, dejando unos 2,5 cm de espacio libre. Selle las botellas y deje fermentar a temperatura ambiente durante 3 a 6 días. Abra las botellas brevemente a diario para liberar el exceso de gas.
Refrigera y disfruta: Una vez que la ginger ale tenga la efervescencia deseada, guarda las botellas en el refrigerador. Enfría antes de servir.
Esta ginger ale casera es naturalmente efervescente y rica en probióticos, lo que la convierte en una alternativa deliciosa y saludable a las versiones compradas en tiendas. 🫚