Perro

 

Mira, lo admito: nunca me ha atraído especialmente tener una mascota. Quizás sea la responsabilidad, los paseos matutinos o simplemente no haber crecido rodeado de animales. Pero hay algo en este perro que me ha llegado de verdad.

 

Quizás sea su forma de (describe su acción, como inclinar la cabeza con curiosidad o trotar con energía desbordante). O quizás sea la alegría pura y pura en sus ojos. Sea lo que sea, es innegable. Tiene cierto encanto, cierta dulzura, que me hace replantearme mi postura sobre tener un amigo peludo en mi vida. Quién sabe, quizás algún día me encuentre paseando a un perro por el parque, como todos los demás. ¡Este pequeño encuentro definitivamente ha sembrado una semilla!

 

 

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