Acabo de terminar la serie "Yo nunca". Fue una historia de crecimiento personal muy tierna y original. Creo que es una buena serie para muchos adolescentes y jóvenes adultos. Hay tantas lecciones que me hubiera gustado aprender a esa edad. Me sorprendí gritándole a la pantalla por las cosas más básicas y pensé: "Si hubiera aprendido estas habilidades entonces, mis relaciones serían mucho mejores". Supongo que es mejor aprenderlas y ponerlas en práctica tarde que nunca.
Si tuviera que calificar esta serie, le daría un 4.2 sobre 5. Hubo situaciones con los adolescentes y los adultos que me sacaron de quicio, pero fue toda una experiencia. El desarrollo de los personajes fue decente. Calificando ese aspecto, le daría 4.5 estrellas sobre 5. Las lecciones se aprendieron bien y se aplicaron a lo largo de la serie. Los adolescentes aprendieron el valor de asumir la responsabilidad de sus actos, pedir disculpas y reconocer que sus sentimientos eran válidos. Sin duda, volvería a ver la serie en algún momento.