100 metros (Crítica de la película)

¿Te has preguntado alguna vez qué se necesita para superar lo imposible? ¿Para enfrentar tus miedos y desafiarte a ti mismo más allá de tus límites? ¿Para demostrarte a ti mismo y al mundo que puedes lograr todo lo que te propongas?

Si buscas una película que te inspire, te motive y te conmueva, entonces deberías ver 100 metros. Esta es la historia real de Ramón Arroyo, un español a quien le diagnosticaron esclerosis múltiple, una enfermedad degenerativa que afecta el sistema nervioso y los músculos. Los médicos le dijeron que no podría caminar 100 metros en un año. Pero decidió luchar y participar en el Ironman, uno de los triatlones más duros del mundo, donde hay que nadar 3,8 km, andar en bicicleta 180 km y correr 42 km.

Con la ayuda de su familia, sus amigos y su gruñón suegro, quien se convierte en su entrenador, Ramón emprende un viaje de valentía, perseverancia y humor. Enfrenta muchos obstáculos, dudas y dolores, pero nunca se rinde. Nos demuestra que nada es imposible si tienes un sueño y la voluntad de alcanzarlo.

100 metros es una película que te hará reír, llorar y alegrarte. Es una película que te conmoverá. Es una película que te recordará que la vida es un regalo y que nunca debes dejar de vivirla al máximo.

Si quieres ver una película que te cambie la vida, mira 100 metros. No te arrepentirás.