Las sentadillas son fundamentales para cualquier entrenamiento efectivo de glúteos, ya que trabajan simultáneamente los glúteos, los cuádriceps y los isquiotibiales. Las zancadas son otro excelente ejercicio para tonificar la parte inferior del cuerpo, activando los glúteos y los muslos con cada paso. El peso muerto es esencial para desarrollar fuerza y definición en la cadena posterior, incluyendo los glúteos, los isquiotibiales y la zona lumbar. Los empujes de cadera aíslan y activan los glúteos, convirtiéndolos en un ejercicio clave para aumentar su volumen. Las patadas de burro y las elevaciones de cadera son fantásticas para trabajar el glúteo mayor y el glúteo medio, ayudando a moldear y levantar los glúteos. Incorporar bandas de resistencia o pesas para los tobillos a tu rutina puede añadir intensidad y desafío a tus entrenamientos de glúteos, favoreciendo el crecimiento y desarrollo muscular.