Al principio me costaba mucho hacer cardio o entrenar en casa. Después de obligarme a subirme a la cinta de correr cada mañana, cogí una rutina. Ahora me siento con más energía, más feliz y, en general, más saludable. Para quienes tienen dificultades con el cardio, les recomiendo ir poco a poco. Con el tiempo, se convertirá en un hábito y en una rutina diaria.
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