Evento de revisión: Uso de equipos de gimnasio

Tras mi cirugía de rodilla, el cirujano me indicó que debía asistir a sesiones de fisioterapia tres veces por semana y comenzar con ejercicios de baja intensidad y con poco peso. Debido a la gravedad de mi lesión y a mi historial como atleta de alto rendimiento, naturalmente me resistí a los ejercicios con poco peso. Sin embargo, una vez que pude empezar a entrenar, comencé con pliés en el suelo antes de pasar al reformer. Aunque ocupa bastante espacio, las diversas correas, cremalleras, soportes y barras cumplen una función importante: estirar y fortalecer los pequeños músculos que rodean mi rodilla. Por ejemplo, apoyo la rodilla en el banco y estiro la pierna con el soporte que cuelga de la barra superior para fortalecer los músculos internos del muslo. O bien, añado un soporte a la barra opuesta e inserto la pierna correspondiente mientras levanto la pelvis paralela al suelo para trabajar todo el cuerpo. Parece algo insignificante, pero esos pequeños movimientos te pondrán en forma de la mejor manera posible.